Cuando llegué a Tarahumara pregunté: ¿Donde está San Pedro? Porque estoy seguro que había llegado al cielo.
Me encontré hermanos entrañables de la montaña y me llevo todo el aroma y el sabor de Julieta a quien no conocí pero Jorge con sus manos mágicas nos lleno el paladar de todo lo que vimos en «Como agua para chocolate».